Cuando una mujer recibe la noticia de un embarazo, empieza a lidiar con una tormenta de emociones, entre hormonas, dudas y miedos. Cada vez que asiste a una visita médica, surgen muchas interrogantes acerca del embarazo y su proceso. No obstante, lo primordial que una mujer debe tener en cuenta es cuál es su tipo de embarazo.
Según la OMS Organización Mundial de la Salud, el embarazo viene siendo el resultado del proceso de reproducción humana, es decir, es cuando un óvulo fecundado se implanta en el útero y termina con el parto.
Los embarazos son diferentes, y las vivencias de las mujeres en cuanto a ello son distintas, algunas se complican más que otros, inclusive diferentes embarazos en una misma mujer no son iguales.
En determinadas cuentas, desde la perspectiva médica, hay tres tipos de embarazos, esto se debe a como se ejecuta la nidación del óvulo fecundado.
La importancia de cuidarse en el embarazo
Como se ha mencionado anteriormente, los embarazos no son iguales, por lo que es fundamental cuidarse durante el proceso, mantener una alimentación sana, realizar alguna actividad deportiva que no demande mucho esfuerzo, tomarse las vitaminas necesarias bajo la prescripción médica.
Además, se recomienda practicar yoga y meditación, o que ayuda a mantener las emociones controladas y no afecte al bebé y tampoco que el estado de ánimo de la madre se complique. Es muy significativo, acercarse a personas que aporten ideas y opiniones positivas, alejarse de las personas toxicas que están siempre exagerando las situaciones.
Clasificación de los embarazos
Existen diferentes tipos de embarazos, los cuales vamos a conocer más adelante:
El embarazo intrauterino:
Este viene siendo, el más común de los embarazos en general. Este embarazo, se origina cuando hay una implantación correcta del óvulo fecundado en la parte interna del útero, y su desarrollo es normal, no tiene alteración alguna. Es el embarazo más común en las mujeres, su periodo de duración consta entre las 40 – 42 semanas. Contando desde el día inicial de la última menstruación, o también el aproximado de las 38 semanas, desde la fecundación del óvulo.
Una vez que el óvulo es implantado, la placenta inicia su desarrollo, y es mediante el cordón umbilical, por donde el bebé recibe los nutrientes necesarios.
Los embarazos de bajo riesgo
Consiste de un embarazo donde la mujer goza de una buena salud. Suele estar presente en las mujeres de una edad aproximada de 19 y 35 años. No existe enfermedad que pueda arriesgar la vida del bebé y de la madre.
Los embarazos de alto riesgo
Este tipo de embarazo no está controlado, suele ser un embarazo precoz, en mujeres que tengan una edad menor de 18 años, como también en el embarazo tardío que es cuando la mujer es mayor de 35 años, esos estudios fueron realizados por la Universidad Valparaiso de Chile. Por otra parte tenemos, que el embarazo de alto riesgo se da, cuando la madre sufre de enfermedades tal como: la cardiopatía, diabetes o infección renal conocida científicamente como pielonefritis.
Otro factor es tener contacto con algunas de estas infecciones: la toxoplasmosis, la rubéola, el VIH, el virus de papiloma humano o sífilis. Sin embargo, no todo es negativo, ya que estos riesgos del crecimiento del feto y de la salud de la madre, pueden evitarse con un adecuado control médico.
No obstante, existe una clasificación médica, dependiendo, si viene más de uno y queda clasificado en la siguiente manera:
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Los gemelos dicigóticos: conocidos también como mellizos, en este caso cada cigoto forma una placenta y una bolsa amniótica independiente, en definitiva, son dos placentas y dos bolsas amnióticas
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Los gemelos nonocigóticos: Los llamados gemelos idénticos, por lo general, el embrión suele dividirse pero no la placenta; este embarazo es muy delicado por lo que se debe hacer mensualmente ecografías para supervisar a los fetos, puesto que ambos son alimentados por una placenta.
El embarazo ectópico
Este embarazo, no suele superar el primer trimestre del embarazo, se le conoce también como embarazo extrauterino. Se origina cuando el embrión empieza a descender por la Trompa de Falopio pero no llega al útero, este se implanta en un lugar impropio, por lo que no puede desarrollarse.
Es un embarazo de mucho riesgo para la vida de la madre y las probabilidades de vida del feto es nula. La embarazada inicia la complicación con dolores abdominales muy fuertes en la semana 6 -7. En caso de que el aborto no sea espontáneo, entonces el médico procede a realizar una interrupción quirúrgica, o la ingesta de algunos fármacos quimioterapéuticos para poder salvar la vida de la madre.
Es importante señalar, que la mujer que haya pasado por un embarazo ectópico puede volver a vivirlo, por lo que debe someterse a tratamientos y llevar un control adecuado con un obstetra, el embarazo ectópico se clasifica dependiendo donde se implanta la nidación:
- El embarazo ampular o tubárico: En este embarazo, el embrión se implanta en las trompas de Falopio, por lo que se origina una inflamación tubárica a causa de una inflamación.
- El embarazo ístmico: consta de la implantación del embrión en el istmo, que queda al final de la Trompa de Falopio.
- El embarazo ovárico: La implantación del embrión, se origina en el ovario, lo que se confunde con un quiste.
- El embarazo cervical: El embrión se anida en el cuello uterino o en la cérvix.
- El embarazo abdominal: La implantación se produce en la parte interna de la cavidad peritoneal, este tipo de embarazo no es tan frecuente.
- El embarazo intramural: Este suele implantarse en el miometrio, la cual es la capa muscular en la parte interna del útero, es la tipología más rara que puede ocurrir.
El embarazo molar
Se origina cuando un ovulo se fecunda de una manera anormal. En una investigación realizada por expertos del Instituto Nacional de Perinatología de México; manifestó que la placenta se desarrolla desproporcionalmente, formando un conjunto de quistes que se conoce como hidatidiforme. El mismo se clasifica en:
- Embarazo molar completo: en este embarazo no tiene lugar la normalidad, ni en la placenta y menos en el embrión, los cromosomas son del padre cuando deben ser mitad de la madre y la otra corresponderle al padre.
- El embarazo molar parcial: Aquí los signos que se presentan puede ser de normalidad, no obstante, el embrión se desarrolla de manera anormal. Aquí los cromosomas se presentan: la mitad procede de la madre, sin embargo, los del padre aparecen en dos grupos, por lo que el feto no posee 46 cromosomas sino 69.