Muchas personas acaban seducidas por el “adelgazamiento milagroso” y apuestan por dietas y consumo de sustancias sin pruebas científicas. Por lo tanto, no siempre son capaces de lograr este propósito, lo que en consecuencia genera un sentimiento de frustración, decepción e incluso complicaciones de salud.
Una de las propuestas que ha sido cuestionada en relación a su eficacia en la pérdida de peso es la dieta HCG y muchos expertos e instituciones médicas están en contra de este método. Descubre por qué en el siguiente texto.
¿Qué es la dieta HCG?
La dieta HCG es un método que combina una rutina alimentaria restrictiva en relación a la cantidad de calorías consumidas al día, con tan solo 500 Kcal (sumando todos los alimentos ingeridos, que deben ser sin azúcar ni grasas) al uso de la hormona coriónica humana. gonadotropina (HCG). ).
Esta combinación, si bien puede tener un efecto en la reducción de peso, se considera muy peligrosa para la salud de quienes deciden adherirse a ella.
Uno de los motivos que lo justifica es la drástica reducción de la cantidad de alimentos consumidos en las comidas diarias, ya que es necesario ingerir únicamente 500Kcal al día.
Para que te hagas una idea, se estima que, de media, un adulto sano necesita más o menos 2000 Kcal al día para que el organismo pueda realizar correctamente todas las actividades metabólicas.
Por ello, la restricción alimentaria que propone la dieta HCG en algunos casos puede comprometer el buen funcionamiento del organismo.
Además, una parte esencial para que esta dieta provoque pérdida de peso es el uso de la hormona que le da nombre, HCG , permitida por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) solo para tratamientos de fecundación.
De esta forma, no está indicado su uso con el fin de adelgazar, pues no existe ninguna prueba científica que justifique su eficacia en este caso.
¿Qué es la hormona HCG?
HCG es una hormona esencial para las mujeres durante el embarazo.
La HCG (gonadotropina coriónica humana) es una de las principales hormonas presentes durante el embarazo. Es producido por los trofoblastos, células que durante las semanas de gestación forman la placenta.
Cuando una mujer está al inicio del embarazo, la HCG aumenta rápidamente, provocando algunos síntomas característicos, como retraso en la menstruación, sensibilidad en los senos, cansancio y exceso de sueño, calambres, entre otros.
Por lo tanto, la prueba cuantitativa beta HCG, que determina el valor de esta hormona en el torrente sanguíneo, se considera la mejor manera de probar que una mujer está embarazada.
La creencia de que la hormona HCG podría promover la pérdida de peso surgió luego de observar que el cuerpo de las mujeres embarazadas que no se alimentaban adecuadamente, es decir, desnutridas, metabolizaba la grasa metabolizada y la usaba como energía para el bebé.
A partir de ahí, en los años 50, el investigador inglés Dr. Albert Simeons comenzó a evaluar diariamente a las personas obesas que recibían inyecciones de HCG.
Después de ese período, descubrió que no solo lograban perder peso, sino que también tenían menos apetito y conservaban la masa muscular.
Y fue entonces cuando la dieta HCG comenzó a popularizarse como un método efectivo para perder peso.
Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que no es solo la aplicación de HCG lo que provoca la pérdida de peso, sino la restricción alimentaria basada en el consumo de 500Kcal.
Por lo tanto, si una persona obesa o alguien que quiere perder algunos “kilitos de más”, usa la hormona sin restringir la comida, probablemente no tendrá ningún resultado.
Así, además de no traer beneficios, puede desencadenar una serie de complicaciones en el organismo como el tromboembolismo, que es cuando se forman coágulos en el torrente sanguíneo impidiendo la circulación.
Por eso, la Sociedad Brasileña de Endocrinología y Metabología (SBEM) y la Asociación Brasileña para el Estudio de la Obesidad y el Síndrome Metabólico (ABESO) están totalmente en contra del uso de esta hormona para adelgazar.
¿Cuál es el propósito de la dieta HCG?
El objetivo de la dieta HCG es reducir el hambre y favorecer la quema de grasas de forma acelerada (en poco más de un mes), sin que la persona tenga que practicar ejercicio físico a diario.
Para ello, es necesario restringir la alimentación, eliminando por completo los hidratos de carbono , las frituras, los dulces, las grasas y cualquier tipo de comida procesada.
Y así come solo frutas, verduras, hortalizas y líquidos que tengan pocas calorías, porque al final del día es necesario haber consumido solo 500Kcal.
Además, es necesario complementar la dieta con el uso diario de 3 dosis de HCG, ya que es posible “engañar” al cuerpo haciéndole creer que está pasando por un embarazo. Esto conduce al desplazamiento de la grasa para ser utilizada como fuente de energía.
Durante este período está prohibido realizar actividades físicas, incluso si son ligeras y de corta duración, ya que, al estar comiendo poco, el cuerpo no podría soportar el ejercicio.
¿Cuántos kilos se pierden con la dieta HCG?
La dieta HCG promete la pérdida de hasta 15 kilos en un mes, mediante una dieta restringida y el uso de la hormona gonadotropina coriónica humana (por inyección o vía sublingual) todos los días.
Además, la dieta HCG asegura que habrá una pérdida de peso proporcional en todo el cuerpo, es decir, incluso la famosa grasa localizada, considerada más difícil de eliminar.
Sin embargo, no hay datos científicos que demuestren que la pérdida de peso se deba al uso de HCG.
¿Cómo funciona?
En general, la dieta HCG se divide en tres fases:
- Fase de carga: este período marca el inicio de la dieta, y su objetivo es fomentar un aumento en el consumo de alimentos ricos en grasas, que en consecuencia contienen más calorías, durante un período de 2 días. Pues, a partir de ahí, la persona comenzará a utilizar la hormona HCG;
- Fase de pérdida de peso: Esta fase es la más larga de la dieta, ya que dura una media de 3 a 6 semanas. En esta etapa, la persona comienza a restringir su rutina alimenticia e ingiere solo 500 Kcal por día, y también continúa usando HCG, ya sea por inyección o por vía sublingual (3 veces al día);
- Fase de mantenimiento: esta se puede caracterizar como la etapa final de la dieta, donde se dejará de usar HCG y se podrá aumentar gradualmente la ingesta calórica para que el cuerpo se acostumbre.
¿Quién no puede hacer la dieta HCG?
La dieta HCG está prohibida para personas que tengan alguna enfermedad y estén bajo tratamiento médico, ya que el método de pérdida de peso combina nutrición limitada y el uso de la hormona HCG, puede afectar drásticamente la recuperación del paciente.
Además, algunos casos más específicos en los que tampoco está indicada la dieta (sobre todo en relación al uso de HCG), son:
- Menopausia;
- Ovario poliquístico;
- hemorragias ginecológicas;
- Tumores en la hipófisis o el hipotálamo;
Por lo tanto, debido a varias complicaciones, la dieta HCG solo se puede realizar en casos específicos y después de una evaluación médica rigurosa.
¿Hay un menú fijo?
El menú a seguir durante la dieta HCG variará según la fase en la que se encuentre la persona, ya que al inicio de la dieta, también llamada de carga, se recomienda el consumo de alimentos ricos en grasas y calorías.
Porque, a través de este proceso, el cuerpo acaba entendiendo que ya tiene suficiente reserva de grasa para utilizarla como fuente de energía, generando la quema de la misma y provocando la pérdida de peso.
Por lo tanto, durante esta fase se permite el consumo de pastas, snacks, frituras, carnes grasas, snacks, entre otros.
Sin embargo, cuando hay una transición a la segunda etapa de la dieta HCG, el menú a seguir cambia por completo, volviéndose muy restrictivo, ya que se permite ingerir solo 500Kcal por día.
De esta forma, la persona que está a dieta, y se encuentra en esta etapa, debe contar literalmente cada caloría presente en el alimento para saber si puede consumirla o no.
Por ello, se recomienda tener un menú rico en alimentos bajos en energía, como frutas, verduras, legumbres, pescados, carnes magras, algunas oleaginosas y huevos.
Por tanto, un ejemplo de menú para esta segunda fase (1 día) sería:
- Desayuno: 1 taza de té (sin azúcar) y 1 rebanada de pan integral con ricotta;
- Almuerzo: 100g de pollo a la parrilla y 3 cucharadas de arroz con coliflor;
- Merienda: 1 manzana y 3 anacardos;
- Cena: 100g de pescado más 3 cucharadas de verduras cocidas.
Hacemos hincapié en que la dieta HCG no debe realizarse sin indicación y seguimiento médico especializado.