La logística es una actividad clave para el funcionamiento de cualquier empresa que se dedique a la producción, distribución o venta de productos. La logística implica el manejo eficiente de los flujos de materiales, desde su origen hasta su destino final, pasando por diferentes etapas como el almacenamiento, el transporte, el embalaje o la entrega. Para realizar estas tareas de forma óptima, se requiere de una serie de herramientas que faciliten el trabajo y mejoren la productividad, la seguridad y la calidad del servicio.
Y no hablamos únicamente de herramientas manuales como martillos, destornilladores, cuchillas o tijeras, que resultan básicas, sino de otras herramientas mucho más elaboradas y que son igualmente claves para el buen funcionamiento del almacén
Herramientas mecánicas
Las herramientas mecánicas son aquellas que se utilizan para realizar tareas más complejas en el almacén, como levantar cargas pesadas, mover mercancías a lo largo del almacén y embalar mercancías de forma segura. Algunas de las herramientas mecánicas más comunes son:
- Carretilla elevadora: Se utiliza para levantar y mover cargas pesadas. Existen diferentes tipos de carretillas elevadoras, como las eléctricas, las de gas o las de combustión. La elección dependerá del tipo de carga, del espacio disponible y del consumo energético.
- Elevador de carga manual: Se utiliza para levantar cargas pesadas a una altura menor. Es una herramienta más económica y sencilla que la carretilla elevadora, pero también tiene una capacidad menor.
- Transpaleta: Se utiliza para mover cargas paletizadas. Puede ser manual o eléctrica. La transpaleta manual se acciona con una palanca y se desplaza con las ruedas. La transpaleta eléctrica se acciona con un motor y se desplaza con un timón.
- Apiladores: Se utilizan para apilar cargas paletizadas. Pueden ser manuales o eléctricos. Los apiladores manuales se accionan con una palanca y se elevan con un pistón hidráulico. Los apiladores eléctricos se accionan con un motor y se elevan con un sistema eléctrico.
- Transportador: Facilita el movimiento de productos a lo largo de una línea, agilizando el proceso logístico. Puede ser de rodillos, de cinta, de cadena o de gravedad. El transportador de rodillos se compone de una serie de cilindros que giran sobre un eje. El transportador de cinta se compone de una banda continua que se desliza sobre una superficie. El transportador de cadena se compone de una cadena metálica que se mueve sobre unos piñones. El transportador de gravedad se compone de una superficie inclinada que aprovecha la fuerza de la gravedad para desplazar los productos.
- Equipos de embalaje: Se utilizan para proteger las mercancías durante el almacenamiento y el transporte. Pueden ser de diferentes tipos, como film estirable, cajas de cartón, bolsas de plástico, precintos, etiquetas o palets. El film estirable se utiliza para envolver las cargas paletizadas y evitar que se muevan o se dañen. Las cajas de cartón se utilizan para contener los productos y facilitar su manipulación. Las bolsas de plástico se utilizan para embalar productos sueltos o pequeños. Los precintos se utilizan para cerrar las cajas o las bolsas. Las etiquetas se utilizan para identificar los productos y facilitar su trazabilidad. Los palets se utilizan para soportar las cargas y facilitar su almacenaje en las estanterías de carga ligera y su transporte.
- Equipos de manipulación: como grúas o montacargas, para mover cargas pesadas de manera segura.
Estas herramientas mecánicas son muy útiles para optimizar el espacio, el tiempo y el esfuerzo en el almacén, pero también hay que tener en cuenta que requieren de un mantenimiento periódico, que consumen energía y que pueden suponer un riesgo de accidente si no se usan con cuidado. Por eso, es importante que se elijan las más adecuadas para cada caso, que se sigan las instrucciones de uso y que se respeten las normas de seguridad y prevención de riesgos laborales.
Herramientas digitales
Las herramientas digitales son aquellas que se utilizan para realizar tareas relacionadas con la gestión, el control y la optimización de la información en el almacén. Algunas de las herramientas digitales más comunes son:
- Software de Gestión de Almacenes (WMS): Es una herramienta indispensable para optimizar las operaciones de almacenaje. Este software permite un control en tiempo real de los inventarios, mejora la precisión en el seguimiento de productos y facilita la planificación de las tareas de almacenamiento y distribución. Con un WMS, se puede identificar rápidamente los espacios disponibles, evitar el exceso de stock y programar los movimientos de mercancía de manera eficiente.
- Sistemas de Identificación Automática (AIDC): Son sistemas que permiten identificar y capturar datos de los productos de forma automática, sin intervención humana. Los más utilizados son los códigos de barras, los códigos QR y la radiofrecuencia (RFID). Los códigos de barras son unas series de líneas verticales que representan una información numérica. Los códigos QR son unos cuadrados con puntos que representan una información alfanumérica. La radiofrecuencia (RFID) son unas etiquetas que contienen un chip y una antena que emiten una señal de radio. Estos sistemas se utilizan para agilizar la identificación, el registro y la localización de los productos, así como para mejorar la trazabilidad y la seguridad.
- Sistemas de Almacenamiento Inteligente (ASI): Son sistemas que permiten optimizar el uso del espacio y la gestión de los productos en el almacén, mediante el uso de tecnologías como la robótica, la inteligencia artificial o el internet de las cosas (IoT). Algunos ejemplos son los almacenes automáticos, los robots autónomos, los drones o los sensores. Los almacenes automáticos son sistemas que almacenan y extraen los productos de forma automática, mediante el uso de mecanismos como elevadores, transportadores o brazos robóticos. Los robots autónomos son sistemas que se desplazan de forma autónoma por el almacén, realizando tareas como el transporte, la clasificación o el inventario de los productos. Los drones son sistemas que vuelan por el almacén, realizando tareas como la inspección, la vigilancia o la entrega de los productos. Los sensores son dispositivos que captan y transmiten información sobre el estado de los productos, el ambiente o el funcionamiento de los equipos.
Estas herramientas digitales son muy beneficiosas para mejorar la eficiencia, la calidad y la competitividad del almacén, pero también hay que tener en cuenta que requieren de una inversión inicial, que dependen de la conectividad y que pueden suponer un riesgo de ciberseguridad si no se protegen adecuadamente. Por eso, es importante que se elijan las más apropiadas para cada caso, que se integren con el resto de los sistemas y que se actualicen con frecuencia.
Como hemos visto, las herramientas de todo almacén logístico son muy variadas y tienen diferentes funciones y características. Su uso adecuado puede suponer una gran diferencia en el rendimiento y la rentabilidad del almacén, así como en la satisfacción de los clientes. Por eso, es fundamental que se conozcan las opciones disponibles, que se evalúen las necesidades y que se elijan las herramientas más útiles para cada almacén.