Nuevamente, por enésima vez, la estrategia insurreccional de la oposición, fue derrotada. Nuevamente la oposición despilfarró, arruinó y destruyó sus avances electorales
El pasado domingo 30 de Julio más de 8 millones de venezolanos acudieron a la cita democrática por la Constituyente.
No tengo ninguna duda: Ese día ocurrió una extraordinaria participación, pacífica, ciudadana y claramente mayoritaria contra la violencia y las guarimbas, contra la mirada de desprecio y el odio social, contra una oposición desquiciada e irracional que había apostado por el caos, la guerra civil y la destrucción del Estado-Nación.
Ese día la mayoría de los venezolanos, de diversa posición política y social, sin miedo, con firmeza y con responsabilidad, salimos a votar para manifestar pacíficamente nuestra decisión de cambiar las cosas para bien.
Cambiar la guerra por la PAZ
Cambiar la violencia por la UNIÓN
Cambiar los insultos por PROPUESTAS
Cambiar la guarimba por SOLUCIONES
Cambiar los trancazos por el TRABAJO
Cambiar el odio por el RESPETO
Cambiar la destrucción por la ESPERANZA
Como lo hice con relación a la jornada de participación del 16 de julio, quiero reiterar que la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, más que un hecho político o electoral, fue un hecho cultural.
Se expresó esa mezcla excepcional de fuerza con calma, de garra sin violencia, de entusiasmo y sabiduría sin estridencia, de sensata paciencia y sentido de la oportunidad, de la más admirable nobleza y humildad del pueblo venezolano.
El pueblo callado, tranquilo, paciente y esperanzado se pronunció contundentemente, mayoritariamente, a favor de la paz y el entendimiento, el diálogo y los acuerdos, la convivencia y la corresponsabilidad.
Nuevamente, por enésima vez, la estrategia insurreccional de la oposición, fue derrotada.
Nuevamente la oposición despilfarró, arruinó y destruyó sus avances electorales.
Nuevamente la oposición demostró su inaudita ignorancia acerca de las nuevas realidades subjetivas y culturales que definen hoy a la sociedad venezolana, así como su desprecio incurable por lo que significa la fuerza social y simbólica del chavismo.
Nuevamente la oposición perdió la oportunidad de convertirse en una alternativa y no seguir siendo un embutido del descontento y el malestar.
Nuevamente, como ha insistido en hacerlo durante los últimos 20 años, la oposición gritará fraude y dictadura, negará las evidencias, esconderá el bulto de la derrota y seguirá de espaldas al país.
No tengo dudas: el 30 de Julio hubo otro voto castigo pero esta vez contra la oposición violenta e irresponsable.
Hoy más que nunca la oposición queda en manos de sus aliados internacionales y de las corporaciones mediáticas globales, quienes insistirán en el plan insurreccional contra el Gobierno Bolivariano, bajo la tesis del “Cerco y Asfixia” de la economía venezolana y la violencia paramilitar, en un contexto de desgaste y desmovilización de sus seguidores.
De la misma manera, el chavismo y sus líderes deberán entender con sabiduría y humildad la naturaleza de su contundente triunfo político y electoral del domingo 30 de julio.
Hay un significativo componente esperanzador en la votación por la Constituyente y tiene que ver con la demanda de orden, respuestas y soluciones con respecto a los problemas de desabastecimiento e inflación que se vienen agudizando.
Hoy más que nunca hay que enfrentar la guerra no convencional prolongada contra Venezuela, con una eficiente y certera política económica, sobre todo ahora que se impondrán desde el exterior nuevos ataques económicos y financieros.
Quiero agradecer públicamente a todos quienes generosamente respaldaron mi decisión de formar parte de la Asamblea Nacional Constituyente.
Muchos se acercaron, muchos incluso sin conocerme personalmente, se incorporaron a esta campaña y me brindaron todo su apoyo sincero e incondicional. Muchas gracias de verdad a todos.
Ahora como constituyentista impulsaré el diálogo y el debate constructivo. Estoy convencido que es ineludible transformar los conflictos y las diferencias en oportunidades para el desarrollo del país y el bienestar de los venezolanos.
Hay que ir a un clima de entendimiento y consensos, principalmente alrededor de un programa económico compartido, para derrotar definitivamente a la violencia y superar la crisis, para que nunca más haya desabastecimiento e inflación.
Análisis Situacional de Oscar Schémel, 02-08-2017