Si de algo tiene certeza este grupo, y en lo cual coinciden todos los que lo integran, (…) es que rechazan la violencia y el caos, así como la posibilidad de que fuerzas militares extranjeras intervengan en Venezuela
La prolongada crisis económica del país ha generado cambios importantes en la subjetividad y cultura política y social, que se evidencian en los resultados de las más recientes investigaciones llevadas adelante por Hinterlaces.
Si bien existen sectores polarizados, ideologizados y que se identifican plenamente como parte de un partido o de una corriente, su dimensión no es suficiente para inclinar la balanza electoral de manera decisiva.
Hoy el grupo que concentra el mayor peso político, social y electoral precisamente se ha distanciado de los extremos. No podemos describirlos como indecisos, pues la ausencia de decisión electoral no es lo que los caracteriza. Más bien son críticos y pueden sentir simpatías hacia alguna de las dos opciones, pueden estar inconformes y saber perfectamente por quién no van a votar, pero su discreción respecto a sus preferencias no se traduce en un indicativo de abstención.
Los Independientes -o Agóricos-, como los ha identificado Hinterlaces, se mueven en unos espacios que van desde los chavistas pragmáticos, pasando por aquellos que efectivamente no se identifican ni con el chavismo ni con la oposición, hasta aquellos opositores descontentos o sin simpatías partidistas.
Es aquí donde se ubica hoy en día aproximadamente el 41% de la población electoral venezolana. Si de algo tiene certeza este grupo, y en lo cual coinciden todos los que lo integran: chavistas pragmáticos, agóricos propiamente y opositores sin afiliación, es en lo que no quieren: todos rechazan la violencia y el caos, así como la posibilidad de que fuerzas militares extranjeras intervengan en Venezuela.
También rechazan la confrontación sin resultados, las salidas no electorales, el radicalismo estatista y las privatizaciones de las empresas estratégicas, los discursos sin propuestas, la crisis de valores, entre otras cosas.
Por el contrario, apuestan por el diálogo y la conciliación de intereses, respaldan una economía mixta con diversas formas de propiedad, aprueban el rol fundamental del Estado en la conducción de la economía así como el papel fundamental de la empresa privada y la promoción de las inversiones que permitan estimular la producción y la creación de empleos, abatir el desabastecimiento y la inflación.
Quieren igualdad y justicia social pero también orden, eficiencia y progreso.
La característica clave de esta mayoría social y electoral es que aceptan que el Estado por sí solo no puede y entienden que la empresa privada por sí sola tampoco puede ni debe.
Si hay algo que cohesiona y une al chavismo y a los independientes es una visión económica compartida. Para la mayoría, el futuro anhelado debe garantizar la paz, la unión, la prosperidad y la seguridad.
Representan el nuevo “clima socio-cultural” y el nuevo “estado de ánimo” de la sociedad. Son la fuerza social y política más importante e influyente de la Venezuela actual.
El fracaso de la estrategia insurreccional de la oposición le permitió al chavismo recomponer su histórica base social de apoyo y rescatar las expectativas de los sectores independientes.
Se inicia una nueva etapa con una Venezuela esperanzada con respecto a la gestión económica del presidente Nicolás Maduro y el papel que puede cumplir la Asamblea Nacional Constituyente para superar la crisis económica.
Los venezolanos no están buscando un culpable. Están esperando respuestas y soluciones. El presidente Maduro y la Constituyente son hoy los únicos referentes de los venezolanos. Toda la atención del país está colocada en su desempeño, principalmente en su gestión económica.
Mientras tanto, la Oposición sigue sin Mensaje que la convierta en alternativa.
Este domingo 3 de septiembre, alas 7:30 pm por Globovisión, conversaré en Análisis Situacional con el economista Fernando Travieso, experto en política petrolera y con un máster en ciencias políticas. Hoy es constituyente por el sector de los trabajadores.